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acordero.e
septiembre 8, 2023
Liderazgo
Bases para una Experiencia de Empleado Exitosa

En un mundo empresarial en constante búsqueda de la próxima gran estrategia para alcanzar sus objetivos, a veces olvidamos la importancia de volver a lo básico, es decir, alinear nuestros recursos y la forma en que conectamos como empresa con nuestro talento humano, es el inicio para crear una ventaja competitiva.  

La Experiencia del Empleado (Employee Experience) ha evolucionado de ser un término del Diseño de Servicios a convertirse en un enfoque esencial para las organizaciones que buscan retener talento, aumentar la productividad y fomentar una cultura laboral saludable. 

  • Jacob Morgan, el afamado autor y conferencista en el futuro del trabajo respaldado por los directores ejecutivos de Cisco, Nestlé, Mastercard, Best Buy, The Ritz Carlton, Unilever, Audi y muchos otros, comenta que las empresas que invierten en la experiencia del empleado son cuatro veces más rentables que aquellas que no lo hacen (Qualtrics, 2023). 
  • Un estudio de Accenture señala que, debido a la pandemia, más del 54% de los empleados no están comprometidos, y un 14% se siente «activamente desvinculado». Señalan que su principal propuesta para revertir esta situación es centrarse en (re)construir la experiencia del empleado de manera similar a cómo lo hacen las empresas con la de sus clientes para atraer y retener talento, y así mejorar su rentabilidad (Banerjee, S., 2020).  
  • De acuerdo con la firma consultora PwC, desde el 2020, la experiencia del colaborador se sigue posicionando como segunda área de enfoque de tecnología de recursos humanos, es decir, una tendencia crítica al alza para reducir brechas entre el talento y la organización (Velásquez, Á., 2020)  

La Experiencia del Empleado implica la creación deliberada de una experiencia positiva para los colaboradores en cada punto de contacto con la empresa, desde el primer momento en que se enteran de una oportunidad laboral, pasando por sus interacciones con líderes y compañeros, hasta la facilitación de herramientas y capacitaciones necesarias para llevar a cabo su trabajo de manera exitosa y seguir desarrollándose.  

En este artículo, profundizaremos en tres elementos fundamentales para iniciar la creación de una experiencia del empleado excepcional: comprensión profunda, definición de objetivos y colaboración multidisciplinaria.  

1. Comprensión Profunda

El primer paso para lograr una comprensión profunda de la experiencia del empleado es crear un ambiente de apertura que invite a nuestros colaboradores a expresarse libremente y establecer canales internos efectivos para mantener conversaciones significativas. Esta práctica no solo construye confianza, procura que cada persona sienta que su voz es valorada. 

Al conocer las preocupaciones, aspiraciones y obstáculos de nuestros empleados, desarrollamos una empatía genuina hacia nuestro equipo. Para complementar este conocimiento cualitativo, es crucial utilizar métodos cuantitativos que nos permitan evaluar cuántos empleados comparten estas experiencias. Este enfoque integral proporciona una base sólida para tomar decisiones informadas sobre la dirección y el alcance del proyecto 

2. Definición de Objetivos

Una vez que entendemos las expectativas de nuestros colaboradores, es crucial trazar un camino claro para mejorarla aún más. Esto implica definir objetivos específicos que estén alineados con la visión y los planes de la organización. ¿Deseamos reducir la rotación de personal, elevar los niveles de compromiso o aumentar la eficiencia y la productividad? Al establecer estos objetivos de manera precisa, no solo marcamos una dirección clara, sino que también creamos un marco para medir el progreso y el éxito a lo largo del camino. 

3. Colaboración Multidisciplinaria

El último elemento es aprovechar las diversas perspectivas que aportan los líderes de área, emprendedores y profesionales de recursos humanos. Su conocimiento y experiencias son cruciales para proponer soluciones coherentes que tengan en cuenta a quienes experimentarán esos cambios: nuestros colaboradores. 

Es importante recordar que, desde este enfoque organizacional, los colaboradores son los usuarios finales de esta experiencia, mientras que los stakeholders representan el equipo detrás del escenario, es decir, los procesos y roles que respaldan la experiencia actual del empleado.  

Esta colaboración multidisciplinaria armoniza la visión estratégica con la ejecución práctica, garantizando que las mejoras propuestas se basen en la realidad operativa y en las necesidades del personal. De esta manera, construimos una experiencia del empleado que no sólo es estratégica y empática sino también efectiva en su implementación. 

Conclusión

En pocas palabras, al tener en cuenta estos tres elementos, estamos construyendo las bases para entender a fondo la experiencia del empleado. Esto nos permite identificar los puntos clave de interacción y las oportunidades de mejora en cada paso del camino. Al mejorar estas áreas, creamos una experiencia que no solo hace felices a los empleados, sino que también beneficia a la organización en su conjunto. 

Piénsalo de esta manera, la Experiencia del Empleado no es solo una idea, es una estrategia clave para tener un ambiente de trabajo donde los empleados se sientan valorados, motivados y comprometidos. Al final del día, es una inversión inteligente para el éxito duradero de la organización. 

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